El sueño de la casa propia, de madera, zinc, sin arquitectos, con tus manos, lágrimas, amor, puteadas y sonrisas.

viernes, 28 de febrero de 2014

poner el corazón



Les pedí a mis amigos, a los que participaron en la construcción y a los que bancaron emocionalmente este proyecto, que hicieran un último regalo para Casita.
Que contaran por los medios que manejan, lo que fue este proceso, lo que significa para ellos esta casa, o qué es "construir una casa".

Daniela hizo el primer pozo de los cimientos de esta casa.
A partir de ese día fue una constructora ejemplar e irremplazable. Se comprometió con el proyecto como si fuese su casa, y le dio empuje hasta cuando yo perdía la perspectiva. No hay lugar de Casita donde mire y no hayan estado sus manos trabajadoras.

Dani le puso el corazón a Casita.



Gracias por mi casa Dani.

lunes, 10 de febrero de 2014

Casita respira



“El arte tiene la bonita costumbre 
de echar a perder todas las teorías artísticas”. 

Marcel Duchamp

Cinco años de producción, cinco años de vida, una obra de arte que crece, orgánica como el pulso vital.

Una de las inquietudes que puede resultar ruidosa a más de un antropólogo, es la naturalización de aquello que quizás no tenga nada que ver con la biología humana, pero que al mismo tiempo su ausencia se viva como la ausencia de respirar. 

Para algunxs el arte es como respirar, inclasificable, indefinible, la vida misma y el camino. La historia del arte en su afán clasificatorio buscó definir y empaquetar la narración por excelencia y tranquilizadora, de que esta manifestación de la libertad pueda ser contenida. En el medio y por suerte? apareció un sujeto llamado Aby Warburg. Fue él quien logró destruir todos estos esquemas limitantes a la experiencia de vida más transformadora de los seres humanos, vivir lo que denominamos Arte.

Mediante sus investigaciones logró demostrar que cada imagen posee una vida detrás que la ve nacer y que la hace perdurable en el horizonte cultural. Eso que definimos Arte,  es pulsión de vida, algo que las vanguardias históricas comprendieron al grito de Arte es Vida. 

Hoy en día ese espíritu más vivo que nunca es reivindicado desde el proceso mismo, todo es efímero porque el instante ya sucedió, la obra de Micaela, (puedo tomarme el atrevimiento de llamarla por su nombre de pila porque somos amigas) es como lo planteó Alberto Greco en su manifiesto,” El arte vivo es la aventura de lo real”. Casita es eso y  proceso, nunca va a quedar inmóvil, siempre en movimiento, y aunque Micaela la abandone va a seguir en crecimiento constante, así hasta que el tiempo diga que ya finalizó ese ciclo. Es proceso, pero también registro de emociones, recuerdos, vivencias. Desde sus cimientos, la elección de la pintura de sus paredes, los eternos y bellos detalles, orgánica, azarosa pero también pensada. Rincones de ensueño y carácter de quienes la habitan, respira.

Cada unx de lxs que participaron en su construcción dejó su huella, regalo de instantes de vida, una sola idea para un proceso colectivo. Incluso yo también con este pequeño pensamiento me hago parte del proyecto. 

Allí donde otrxs verán un modelo arquitectónico en particular, yo veo algo que palpita.


Luciana Acuña.
Sismógrafa del arte.




 - Este es el prólogo que escribió mi gran amiga Luciana para el libro "casita", millones de gracias Lechu-