El sueño de la casa propia, de madera, zinc, sin arquitectos, con tus manos, lágrimas, amor, puteadas y sonrisas.

miércoles, 27 de agosto de 2008

2ª Jornada este sábado



con ropa cómoda y buenas vibras!!!

1º Jornada de Construcción

el lunes 18 de agosto, feriado y soleado, hicimos la primer jornada de trabajo de onda
el equipo dirigido por el Chino, estuvo formado por Ana, Daniela y yo.

este es el terreno que va a ocupar mi casa, de la "pelopincho" a la izquierda
esa viga de 10 m marca el largo de la estructura


Ana y mi viejo armaron la otra viga que va de largo




mi hermano, pasó y se mandó un pozo


Dani usó la vizcachera, hicimos varias perforaciones


y llegamos a poner unos postes

pozos


los primeros días de julio, el Chino ya tenía comprado parte del material, y comenzó la construcción.
la pala "vizcachera", una herramienta adorable


estos son los primeros pozos para poner los postes que van a soportar la estructura

los pozos son de 1,40 m. de profundidad




martes, 26 de agosto de 2008

planito

en este papel intenté explicar mi "casa-botedadovuelta"
tiene 9m. de largo 4 m. de ancho y 6m. de alto
a los 2,20m de altura comienzan los entrepisos de 3m2 cada uno,
uno mi habitación, otro el taller,
van unidos por una pasarela.
en planta baja están el baño, la habitación de Oderay y la cocina-comedor

la tipología es "tipo A", nos inspiramos en unas fotos de los años '70 de unas casas hechas por sus dueños en una comunidad hippie de Woodstock, no por coincidir ideológicamente, sino por los materiales y el tipo de resolución.







el proyecto

  • construir una casa, donde vivamos mi hija y yo
  • con materiales "secos"
  • que se pueda desmontar y trasladar en el futuro
  • con no más de $10.000 de presupuesto
  • con "mano de obra" propia, amiga y familiar

Surgió la necesidad de encontrar un lugar para vivir, de dejar de pagar alquileres (haciendo un cálculo rápido en 10 años perdí $120.000).
Surgió, en realidad como una discusión de sobremesa, dónde aceptando mi futuro mediocre en lo económico, mejor digamos austero (hoy estoy +) confesé que mi ambición última era tratar de conservar el alquiler de mi casa de 55 y 19 a lo largo de los años, ya que había visto frustrada en varias ocasiones la posibilidad de créditos hipotecarios y otras formas de llegar a ser propietaria de una casa.
“o tendré, lamentablemente, que esperar a que vos te mueras y pelearme con mis hermanos para ver quien se queda con tu casa” le dije con ironía a mi viejo. “y -agregue en seguida- yo, artista plástica, contra dos abogados, ya imagino quien va a perder”.
Allí comenzó una poco justificada para el momento, pero fundamentada “pasada de factura” de hija a padre, que ganó el apoyo inmediato de Elsa, su mujer y donde me ubiqué conciente tercera en el podio de la ayuda paterna. Claro que solté un rollo kilométrico, pero sin rencores. Allí mi viejo tiró la propuesta, esa tarde fue el germen de este proyecto.

Moraleja: “El que no llora, no mama”